Otras versiones de la muerte de ANDRES CASTRO
Sánchez cuenta que Castro, meses atrás, había dado posada a Eusebio y su esposa. Pero ambos se marcharon porque García adujo que Castro le hacía “requerimientos amorosos” a su esposa. “Aunque no queda claro si éste lo hizo o no”, dijo. Un día, cuando ambos se encontraban en una cantina, al calor de los tragos, García levantó cargos a Castro, y éste no se quedó callado por lo que respondió negando la acusación. A García no le pareció y decidió espiarlo para matarlo.
DOS VERSIONES MÁS
Por su parte el historiador Jorge Eduardo Arellano sostiene que lo mataron durante una pelea en una cantina. Quien lo mata es el esposo de una joven a la que supuestamente él había “cortejado”, aunque desconoce el nombre. Esta versión es muy parecida a la anterior.
La última, que se divulga en un texto del Instituto Nicaragüense de Cultura, dice que el héroe patrio murió diez años antes, en 1866 cuando el país fue asolado por una epidemia de cólera. Según esta versión, Castro muere víctima de la enfermedad a los 35 años.
Sánchez relató que los restos de Andrés fueron sepultados sin pena ni glorias en el Cementerio San Pedro, frente donde hoy es el edificio del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Treinta años después se inició una “reducción” en el terreno del camposanto para construir avenidas en la vieja Managua. Por lo cual sus familiares trasladaron sus restos a una comarca ubicada entre San Jacinto y Tipitapa. “Pero se desconoce el nombre de la comunidad y los motivos por los cuales decidieron trasladarlo a ese lugar”, apuntó el historiador.
SU VIDA
El soldado de regular estatura y tez morena nació en 1831 en Managua. Es hijo de Regino Castro y Javiera Estrada, familia autóctona de Managua. A sus 23 años se enlistó en las filas de Don Fruto Chamorro, osea fue conservador o legitimista y luego en las del general Tomás Martínez. Durante la acción librada el 21 de octubre en Tipitapa en 1855, Castro sobresalió, por lo que fue ascendido al grado de Sargento.
Uno de sus pasatiempos favoritos era tocar guitarra, y entonaba canciones propias de los campesinos; también era “muy enamoradizo”.
HAZAÑA MEMORABLE
Castro es conocido como héroe de la patria por su glorioso acto de amor a Nicaragua durante la batalla en la Hacienda San Jacinto, cuando tenía 25 años. Y la historia cuenta lo siguiente:
Los soldados del Ejército del Septentrión, el 14 de septiembre de 1856 se encontraban desayunando y descansando en la casa Hacienda San Jacinto ubicada en el kilómetro 40, cuando el raso Espiridión Salmerón avisó de la presencia de los filibusteros.
Al mando del general José Dolores Estrada, el ejército de 160 hombres entre ellos 60 indios flecheros se enfrentaron contra 300 filibusteros al mando del teniente Byron Cole, que deseaba hacer realidad los sueños de William Walker: apoderarse de Nicaragua y posteriormente de Centroamérica.
EL COMBATE
El combate se produjo a las 7 de la mañana, cuando los 160 soldados armados de fusiles, bayonetas y machetes se enfrentaron a las tres columnas de 100 filibusteros que se ubicaron al frente, la izquierda y la derecha de la casona.
Durante el combate, Castro realizó su gesta heroica. Al no poder cargar su fusil de piedra de chispa, utilizó una de las piedras de la casona y mató a uno de los filibusteros que deseaba saltar la trinchera. Arellano relató que, al parecer, Castro le lanzó al filibustero más de una piedra, hasta que por fin logró golpearlo y matarlo al instante.
El fuerte combate duró más de cuatro horas. Los filibusteros huyeron al escuchar en la retaguardia el griterío de los patriotas junto al galope de las bestias. El ejército los siguió hasta alcanzarlos en la Hacienda San Ildefonso, donde mataron al teniente Byron Cole.
El Ejército del Septentrión sufrió 28 bajas entre heridos y muertos, y los filibusteros 35 muertos y 18 prisioneros. Durante el combate, Castro recibe un balazo en una pierna que lo dejó renco para toda su vida.
Después del triunfo en que se le arrebata la fe de la victoria al invasor, Castro compró una finquita en los alrededores de Managua, cerca del antiguo Hospital El Retiro. En diciembre de 1856 contrajo matrimonio con Gertrudis Pérez y tuvieron dos hijos. La mayor, Esmeralda, se casó y se fue a vivir a Costa Rica. A la muerte de Castro su esposa recibió del Gobierno una pensión hasta que falleció.
MONUMENTO HISTÓRICO
-Sánchez sostiene que antes de 1955 Castro era uno de los tantos héroes olvidados, por lo que el intelectual Guillermo Rothschuh Tablada y un grupo de estudiantes del Instituto Ramírez Goyena iniciaron la tarea de rescate. Su acción fue incluida en la celebración de las fiestas patrias.
-“A punta de una colecta nacional, nosotros conseguimos erigir el monumento de Andrés Castro, en la Hacienda San Jacinto en el propio centenario de la batalla”, afirmó el entonces estudiante. La estatua fue elaborada por la escultora Edith Grown, quien utilizó como modelo a un obrero que se desconoce en la historia.
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